18/5/09

PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD: imperialismo y colonialismo

El presente blog intenta desde una nueva perspectiva metodológica basada en la comparación, la simultaneidad y la tecnología, brindar las herramientas necesarias para comprender la unidad número 3 del diseño curricular de historia para 3º año de SB. Dicho blog complementa la labor desempeñada por el docente en cuanto a teoría, explicación o exposición de los distintos contenidos. La idea es transitar un camino alternativo y complementario a los libros escolares y potenciar la idea iniciada con los medios audiovisuales ya incorporados en la escuela como videos, dvd y presentaciones en PowerPoint. Se recomienda recorrer la página en su totalidad y sugerir todos los aspectos que se consideren necesarios para mejorar este blog educativo. Muchas gracias.

Videos complementarios: Asia y África

Los siguientes enlaces remiten a videos que contienen información complementaria acerca de la ocupación de ambos continentes por parte de las distintas potencias imperialistas.
Fuente: Ayén, Francisco. Profesor de Historia, Geografía, Arte y Sociales. URL: http://profesorfrancisco.es.tl/

Conflictos

Resistencia al imperialismo. India: la revuelta de los cipayos. 1857-1859
Los cipayos eran soldados indígenas encuadrados en el seno del ejército británico de la India. En 1857 se rebelaron contra la metrópoli. El detonante de la revuelta estuvo ligado a razones de índole religiosa: el uso de grasa de cerdo (animal considerado impuro por hindúes y musulmanes) en la munición de un nuevo modelo de fusil utilizado por el ejército. Sin embargo, tras esta causa subyacían motivos de mayor calado, como los abusos cometidos por la Compañía comercial de las Indias Orientales, desafortunados cambios administrativos o las expropiaciones de tierras en el Norte de la India.
La revuelta fue sofocada pero, como consecuencia de ella, la Cía. de las Indias Orientales fue disuelta y el territorio pasó a ser administrado directamente por la Corona Británica, es decir, por la reina Victoria I.
Resistencia al Imperialismo. África

La conquista del continente africano provocó incidentes entre las potencias colonialistas y los pueblos nativos. Entre eso conflictos destacaron:

Etiopía (Abisinia)
En este territorio los pueblos autóctonos guiados por el emperador Menelik II inflingieron una dura derrota al ejército invasor italiano en Adua (1886). Etiopía consiguió de ese modo escapar del dominio extranjero. Más tarde, en 1912, Italia invadió Libia, territorio que controló con mayor o menor fortuna hasta 1945. Durante la década de los veinte las tribus beduinas unidas en torno al líder Omar el-Mukhtar le opusieron una fuerte resistencia.
La guerra zulú. 1879
Los zulúes constituyen una etnia asentada en el sur de África, especialmente en la región de Natal. El asentamiento de grupos de colonos europeos, primero de origen holandés (los bóers) y más tarde británicos, provocó tensiones que desembocaron en una guerra, iniciada en 1879. Los invasores fueron derrotados en diversas ocasiones por el caudillo Cetshwayo quien estuvo al mando de tropas muy bien adiestradas y organizadas. Finalmente la superioridad técnica y material británica consiguió doblegar la resistencia de los aborígenes y condujo a la creación del protectorado de Zululandia.
La guerra anglo-bóer

Los bóers (tambien llamados afrikáners) eran granjeros de origen holandés que se habían establecido en la zona de El Cabo a mediados del siglo XVII. De fe calvinista y profundamente racistas, habían despojado a los aborígenes de sus tierras.Entre 1835 y 1845 hubieron de retirarse de esos territorios ante la presión de los colonos británicos y se establecieron en las zonas más norteñas de Orange y Transvaal. Es en esta zona donde chocaron de nuevo los intereses de los colonos británicos (en su mayoría mineros) y los de los bóers (fundamentalmente ganaderos y agricultores).
El conflicto se inició tras el descubrimiento en 1886 de ricos yacimientos de oro y diamantes en los territorios bóers.
Gran Bretaña además, por razones geopolíticas, tenía un elevado interés en unir el continente africano de norte a sur bajo su soberanía, en tanto que los bóers además de otros pueblos como los zulúes, obstaculizaban esas pretensiones.
En la guerra anglo-bóer que durará desde 1899 hasta 1902, confluyeron por lo tanto factores tanto políticos como económicos inherentes al fenómeno imperialista. Destacó como instigador del conflicto Cecil Rhodes, hombre de negocios y gobernador británico de El Cabo cuyo objetivo era conseguir para Gran Bretaña el dominio de todo el sur de África.
El desarrollo de la guerra pasó por diversas fases: desde las iniciales victorias de los afrikaners (bóers) cuyo presidente Kruger declaró la guerra a los británicos, hasta la derrota de éstos tras una sangrienta guerra de guerrillas. En 1902, por el Tratado de Vereeniging se puso fin a las hostilidades y los bóers quedaron bajo el dominio del Imperio Británico, aunque conservando una amplia autonomía en las provincias de Orange y Transvaal.
Fuente: Claseshistoria. URL: www.claseshistoria.com

Actividades on line

Para realizar las actividades on line deberá hacer click en los links que se presentan a continuación. Al ingresar a cada una de ellas el sistema les pedirá una palabra clave en donde deberán ingresar la palabra: password.

OPCIÓN MÚLTIPLE: tenés 30 segundos para selecionar la opción correcta! una vez seleccionada pasa a la segunda consigna o apreta en show all questions.
COMPLETAR LA FRASE: pone la palabra que falta en los distintos espacios y al finalizar apreta en el botón check
CRUCIGRAMA : hace clik en los numeros de las palabras, completa el espacio con la palabra que crees correcta y apreta enter.
Fuente: Software libre utilizado para la creación de las actividades: Hot Potatoes 6

Videos de la ocupación de Asia y África

Fuente: ARTEHISTORIA REVISTA DIGITAL. URL: http://www.artehistoria.jcyl.es/

Causas del imperialismo y la colonización

Causas del imperialismo y la colonización:
Causas económicas
Fueron fruto de la expansión del capitalismo industrial y se fundamentaron en:
La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli, pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de Panamá, etc.).

La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas.
El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos industriales.

La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación.
Causas ideológicas
Desde posiciones nacionalistas y chovinistas se desarrollaron teorías racistas que justificaban e impulsaban la expansión territorial, con o sin el consentimiento de los pueblos autóctonos. En sus formas más moderadas el racismo se disfrazó en ocasiones de un paternalismo que sostenía la necesidad del hombre blanco de “rescatar del atraso” a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación.
En esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la occidental.
En todas esas posiciones subyacía una ideología de carácter etnocentrista que ensalzaba la cultura europea y occidental y descalificaba al resto, considerado bárbaro, salvaje y primitivo.
Causas políticas

En el último tercio del siglo XIX el nacionalismo que en sus inicios había estado ligado al liberalismo y el romanticismo se transformó en un movimiento conservador y significado componente del imperialismo.
Los estados adoptaron una política de prestigio en un intento de atraerse a las masas populares y desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades (Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, etc.) quienes, apoyadas en gran medida por la prensa y otros medios, propugnaron desde una postura chovinista la formación y consolidación de extensos dominios coloniales.
Además las potencias ambicionaban alcanzar la hegemonía colonial mediante el control comercial y militar de las rutas marítimas y terrestres, al tiempo que obstaculizaban por todos los medios la expansión de sus rivales.
Esta política alimentó incontables episodios de tensión y conflicto que constituyeron el preludio de la Primera Guerra Mundial.
Fuente: Claseshistoria. URL: www.claseshistoria.com

Imperialismo formal e informal

Imperialismo formal:

El imperialismo formal o colonial se refiere a la dominación política directa de un país sobre otro, es decir que se trata de una relación entre metrópoli y colonia. La potencia gobernante establece gobernadores propios para dirigir el país dominado, por lo que las relaciones económicas dependen de las decisiones que toma el país central. De este modo, una colonia británica, por ejemplo, el Canadá del siglo XIX, podía comerciar con otros países pero solo bajo el permiso y la supervisión británica.

Imperialismo informal:

El concepto de imperialismo informal o neocolonial, se refiere a la influencia y el predominio que una potencia ejerce sobre un país de manera económica, social y cultural. Se habla de imperialismo informal, por ejemplo, cuando los intereses de una potencia dominan la economía de otro país, ya sea porque sus empresas controlan las actividades mas significativas (por ejemplo son dueñas de los principales yacimientos petrolíferos) o bien porque esa potencia es la principal compradora de los bienes que exporta el país dominado. En estos casos, el país dominado es políticamente independiente, pero sus decisiones económicas están fuertemente condicionadas por los intereses de la potencia dominante.

Los imperios del siglo XIX:

A partir de mediados del siglo XIX, imperios como el británico y el francés, por ejemplo, fueron muy distintos de los que España y Portugal habían establecido en los siglos XVI y XVII. Mientras que los territorios controlados por las coronas española y portuguesa eran colonias, de las cuales las metrópolis buscaban sobre todo extraer recursos (como metales preciosos), los imperios del siglo XIX establecieron principalmente relaciones comerciales de tipo capitalista con los países dominados, tanto con las colonias de su imperio formal (por ejemplo, la India, en el caso británico) como con otros países, políticamente independientes (países latinoamericanos).
Los bienes que circulaban entre las potencias y sus colonias eran comprados y vendidos libremente. Sin embargo, era un comercio desigual porque las potencias exportaban bienes industriales (de consumo y maquinarias), servicios y capitales financieros, mientras que las colonias y los países dominados vendían bienes primarios (metales preciosos, alimentos, materias primas, combustibles, de un valor relativamente menor.

La conquista de mercados:

La larga depresión del periodo 1873-1896 impulsó y terminó por consolidar el imperialismo, tanto formal como informal, hacia fines del siglo XIX. Para salir de la crisis, las potencias industriales europeas se lanzaron a la conquista de nuevos mercados., a la vez que buscaron asegurar mercados exteriores con los que ya tenían relación. A ellas pronto se sumaron los Estados Unidos y el Japón, y todas compitieron entre sí de manera cada vez más agresiva.
La competencia entre las potencias industriales llevo a que, por primera vez en la historia de la humanidad, la economía adquiriera características mundiales, ya que todas las regiones habitadas del planeta, podían convertirse en mercados donde colocar su producción y, al mismo tiempo, en territorios de donde extraer las materias primas utilizadas o invertir, con mayores ganancias, sus capitales.
La conquista de mercados generó conflictos entre las potencias industriales, puesto que cada una de ellas buscó aumentar su influencia en la mayor cantidad de regiones posibles. Este proceso pronto llevó a un reparto del mundo, en el que todos los países estuvieron en relación con una o varias potencias industriales.
Fuente: Una historia para pensar : la Argentina en el largo siglo XIX / Ana Rizzi (et. al.). -- Buenos Aires : Kapelusz, 2009.

Imperios no europeos

Estados Unidos

Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) iniciaron su expansión colonial con la compra de Alaska a Rusia y la guerra con España (1898), que le confirió el dominio del Caribe (Puerto Rico) y la influencia sobre Cuba. En Asia arrebató Filipinas a España.
Sin embargo, gran parte de la acción imperialista de USA se concentró en la conquista de los enormes territorios situados al Oeste de las primigenias 13 Colonias. El proceso alcanzó su máximo apogeo en el período comprendido entre 1860 y 1890, concluyendo con la derrota de la resistencia aborigen.
No obstante el imperialismo norteamericano se fundamentó no tanto en la ocupación de territorios fuera su ámbito geográfico como en el control económico que ejerció sobre todo el continente americano.
Japón

Tras la Revolución Meiji y su rápida industrialización se anexiona diversos territorios asiáticos: Formosa y Corea a costa de China. Más tarde lo hará con Manchuria.
Fuente: Claseshistoria. URL: http://www.claseshistoria.com/

Otros Imperios Europeos

Rusia:

No se proyectó fuera de su propio ámbito geográfico y buscó su expansión terrestre por Asia siguiendo la tradición iniciada en el siglo XVI.La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió en tres direcciones:incorporación de las tierras al sur del Cáucaso, zona costera del Pacífico (Vladivostok), Turquestán y Pamir. En el intento de dominio de Manchuria, Rusia será derrotada por Japón en 1905.

Alemania e Italia:

Ambos países, ocupados en su proceso de unidad nacional, se incorporaron tardíamente a la empresa imperialista.
Alemania logró anexionarse tras la Conferencia de Berlín algunas posesiones africanas: Togo, Camerún y Tanganica; en Oceanía: Nueva Guinea y los archipiélagos de Bismarck, Marianas y Carolinas (éstas últimas compradas a España por Guillermo II en 1899).
Italia ocupó una serie de territorios africanos: Eritrea, la costa somalí del océano Índico, pero fue derrotada en Adua (Abisinia). Más tarde arrebató Trípoli y la Cirenáica (en la actual Libia) a Turquía.

Bélgica:

Se aseguró el dominio de la cuenca del Congo que tras el Congreso de Berlín en 1885 fue incorporado a la soberanía personal del rey Leopoldo II.
Portugal y España
Portugal reafirmó y aseguró su presencia en Angola y Mozambique, pero su proyecto de unir ambos territorios fracasó.
España, tras una guerra con USA, pierdió en 1898 sus colonias de Cuba, Puerto Rico, Guam (Oeste del Océano Pacífico) y Filipinas. Sin embargo, conservó en África Occidental Ifni, Rio Muni y Fernando Poo.
Fuente: Claseshistoria. URL: http://www.claseshistoria.com/

Imperio Francés

Constituyó en el siglo XIX, tras el británico, el segundo gran imperio en importancia y extensión. Su máximo impulsor fue Jules Ferry quien intentó mediante la política imperialista contrarrestar la derrota infringida por los prusianos en 1870 y estimular la autoestima nacionalista francesa. A comienzos de la centuria las posesiones ultramarinas de Francia se centraban en las Antillas y algunas plazas de la India.
Mediado el siglo los territorios bajo su dominio se incrementaron y se extendían por todo el orbe:
En África
En 1847 conquistó Argelia, centro de los dominios del noroeste del continente. Posteriormente, en 1881, conquistó Túnez y en 1905 estableció un protectorado en Marruecos con la oposición de Alemania, provocando dos crisis que a punto estuvieron de desembocar en un conflicto bélico de carácter internacional.
El territorio conocido como Congo francés (el otro sería el belga) fue declarado colonia en 1881. Sin embargo perdió influencia en Egipto y Sudán, ambos territorios cayeron bajo el dominio británico. En el centro del continente poseía Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Benín (Dahomey) y Chad.
En 1898 consiguió Madagascar, pero tras el incidente de Fachoda con los británicos abandonó el proyecto de unir los extremos Este y Oeste del continente que le hubiesen permitido abrirse a los océanos Atlántico e Índico a través de Sudán. Además de los problemas con Gran Bretaña, la expansión francesa por África no estuvo exenta de tropiezos con otras potencias, como es el caso de Alemania.
En un deseo de resarcirse de la pérdida de Sudán (tras Fachoda) proyectó controlar todo el Magreb (en especial Marruecos), pero entró en colisión con Alemania, dando origen a la crisis de 1905 que sería, solventada tras la Conferencia de Algeciras (1906).
En 1911 se desató entre ambas potencias un nuevo conflicto que se saldó con la concesión de la ampliación del territorio de Camerún en beneficio de Alemania. Estas desavenencias hay que enmarcarlas en el clima de tensión que vivía la política internacional antes de la Primera Guerra Mundial.
En Asia

Conquistó Indochina: Birmania, Laos, Tailandia, Vietnam (Annam y Tonkín), Camboya y Malasia, formando con ellos la “Unión Indochina”. Intervino en China consiguiendo trato de favor para el comercio a través de los denominados "Tratados desiguales".

En oceanía

Dominó Nueva Caledonia y otras islas.

En América

Controló en el océano Pacífico Tahití y las Islas Marquesas y el archipiélago de Miquelón en Canadá. En América del sur controló la Guayana.
Fuente: Claseshistoria. URL: www.claseshistoria.com

Imperio Británico

Fue el más extenso de todos, comenzó a formarse en el siglo XVIII, pero alcanzó la madurez durante el largo reinado de Victoria (1837-1901), impulsado por la acción de sus ministros Disraeli y Chamberlain. Hasta entonces había controlado fundamentalmente territorios costeros o islas con claras aspiraciones comerciales o estratégicas. Algunos de ellos habían pertenecido a Francia, Holanda o España: El Cabo en el Sur de África, la isla de Ceilán en el Índico, Malta y Corfú en el Mediterráneo, Gibraltar y Santa Elena en el Atlántico, etc. La derrota de Napoleón reforzó su posición dominante.

Sus dominios se extendían por los cinco continentes:

Asia

La constitución del imperio británico en Asia fue temprana, en 1885 ya se ha completado. La India fue sin duda el dominio más importante. Se trataba de una colonia de explotación administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales. Se convirtió en la principal suministradora de materias primas (algodón, yute, té, etc.). Constituida en el eje del imperio, la construcción del canal del Suez agilizó de manera notable las relaciones con la metrópoli. Para mantenerla protegida de los territorios coloniales de otras potencias Gran Bretaña creó en torno a ella una serie de estados tapón, como Beluchistán (en el actual Pakistán) o Afganistán.
A raíz de la sublevación de los cipayos, soldados indios al servicio de Gran Bretaña, la Corona tomó directamente el gobierno de la India que había estado dirigido por la citada Cía. de las Indias Orientales.
Otras áreas de dominio británico en Asia fueron Malaca y Singapur; ésta se convirtió en un punto estratégico en las rutas marítimas. Birmania, que había constituído un protectorado semiindependiente fue anexionada en 1885, lo que supuso la creación de una vía terrestre hacia China.
En China, que conservó nominalmente la independencia, amplíó su influencia tras el tratado de Nankín (1842) que puso fin a la “Guerra del Opio”. A partir de entonces China se vió obligada a ceder Hong Kong y a abrir cinco puertos costeros al comercio exterior. Ello dio paso a los llamados "Tratados desiguales" que no sólo permitieron las ingerencias británicas en los asuntos chinos, sino también las de otras potencias como Francia y Estados Unidos. Más tárde, en 1860, por el Tratado de Tient-Sin, el gran imperio asiático hubo de transigir en la apertura de otros once puertos.


Mediterráneo


En el controló una serie de colonias que jalonaban el camino hacia la India una vez abierto el Canal de Suez. Desde Gibraltar se sucedieron Malta y Suez. Pronto intervino en Egipto que aunque conservó nominalmente su independencia en realidad fue controlado por franceses y británicos.



África



En África avanzó desde el sur (El Cabo) intentando enlazar con el Sudán. Cecil Rhodes se anexionó los territorios que llevan su nombre (Rodesia), hoy repartidos entre Zimbabwe y Zambia.

En esta progresión hacia el norte chocará con los bóers, pobladores de origen holandés establecidos en Transvaal y Orange así con la población zulú a la que venció en 1879. Con esta conquista impidió que Portugal pudiera progresar de Oeste a Este y unir sus colonias de Angola y Mozambique.

Esta expansión se completó con la incorporación de Nigeria, parte de Somalia (1884), Kenia y Uganda.

En el control del valle del Nilo chocó contra la otra gran potencia imperialista de África: Francia. Una vez alejado el peligro de una guerra entre ambas potencias tras el "Incidente de Fachoda" (en Sudán), el Imperio Británico se adueño de una de las áreas más ricas de África: el sur, pródigo en oro y diamantes; y el valle del Nilo (Egipto y Sudán), con sus fértiles cultivos de algodón. Su control le permitió además proteger las principales rutas que conducían a la India.



Oceanía



Nueva Zelanda fue convertida en colonia británica en 1841 quedando su población indígena, los maoríes, bajo la soberanía de la metrópoli. Australia fue utilizada durante gran parte del siglo XIX como prisión donde eran destinados determinados convictos.

Estos dominios se completaron con algunos archipiélagos del Pacífico. La penetración europea se realizó siguiendo las pautas de formación de colonias de poblamiento que sirvieron de drenaje a los excedentes demográficos británicos y del norte de Europa, provocando en muchos casos la casi total desaparición de las poblaciones indígenas.



América



Canadá redondeó este imperio universal. Fue convertida en dominio en 1867 siéndole otorgado un amplio grado de autonomía. Honduras, Jamaica o Guayana constituyeron asimismo posesiones británicas.
Fuente: Claseshistoria. URL: www.claseshistoria.com

Mapa del Imperialismo



Fuente: Claseshistoria. URL: www.claseshistoria.com

Línea de tiempo